Los procedimientos en el rostro modifican la imagen de las personas al cambiar las formas de las partes faciales intervenidas.
El cambio más grande lo observamos en la nariz, por ser el centro de la cara. En los párpados, se rejuvenece la mirada y se disminuyen las molestias de los excesos de piel.
En las orejas, sobresale el alivio de tenerlas más pegadas a la cabeza y con sus pliegues. La elevación de la cola de la ceja hace que la mirada se torne interesante y joven.
Con el estiramiento facial, del cuello y de la frente, se rejuvenece de forma radical al paciente.
Se pueden realizar solos o combinados, según el caso de cada paciente; los procedimientos son complementarios.